Una de mis pasiones de niño (es decir que todavía) son los robots, siempre me fascinaron, y a la fecha sueño con construir uno, aunque sea sencillo, la tecnología es maravillosa cuando es bien empleada.
Les dejo un caso interesante, obviamente la idea es usarlo con fines militares, sin embargo, el monstruo es tan increíblemente hábil que tiene un cierto encanto, aunque da cierto miedo verlo andando, demasiado real, soy como el vampiro ante la cruz dibujada con sangre en el pecho de una victima (idea bizarra sacada de un comic de Batman je je je), la atracción y la repulsión están equilibradas.
Visto en No puedo Creer
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