Renuncio

Eso que fui,
hace 17 años.

Esto lo escribí hace muchos años, en un momento de furia y desazón, de vez en cuando lo traigo a la memoria cuando no me es fácil sonreír ante el mundo que hemos creado.

He decidido renunciar a la especie humana, estoy harto, cansado y muy enojado.

Basta, basta de tanto dolor, de tanta ira, de tanta soledad.

A partir de hoy soy un duende venido de Arcadia, Avalon o donde ustedes gusten. Mi hogar es el mundo, mi vida es nada, soy y no soy, estoy y no.

Hoy me despido de la cordura, la madurez, los formalismos, las disciplinas, los triunfos y los fracasos. Hoy le doy la bienvenida a la vida, a la sencillez, al amor, a la fantasía y a la eterna infancia.

A partir de hoy decido mirar mas el cielo y menos los vacíos ojos de los humanos, platicar mas con los perros y gatos que con las personas, encontrar luces en las risas, sabores en la música, canciones en las texturas, sensaciones en los aromas y olores en la belleza. Ya que el mundo esta de cabeza viviré colgado de las piernas, lanzando el cuerpo a lo alto para estrellarme en el suelo.Ya no quiero mirar miserables bocas resecas, no quiero saber de tratos y contratos, no me interesa la salud de la economía, si lo que quieren es dinero que se maten por él y se lleven el mundo de corbata, yo bailando haré una fogata con sus restos y cantare con los gallos por un nuevo amanecer.

Y que no me digan que es el amor, que el crucificado ya se murió, que no me digan que es la amistad por que mi perro ya me lo enseño. Que vivan y mueran con sus matrimonios de hijos olvidados, amantes forzados y encuentros desamparados.

Que se pudran en su miseria los señores del gasto mientras siguen ciegos a las soledades de la casa. Que se les mueran los niños para que aprendan a llamarlos por sus nombres, que inválidos queden para que aprendan a estar cerca de los suyos.

Que vivan los ignorantes, los que ni cuenta se dan de lo que pasa, que vivan los felices de ver la pantalla parpadeante, inútiles esclavos de horarios, videos y telenovelas. Que vivan eternamente los queridos fantasmas, desconocidos en casa.

Bailemos en las fogatas, los ríos y los bosques. Brinquemos alto al cielo para platicar con la luna.

Por que yo hoy renuncio a llamarme humano-estúpido-ciego-insensible, hoy decido alquilarme a la más rica sonrisa, va mi amor para el mundo, quien lo quiera que lo atrape, quien no que se muera, que es lo mismo que si sigue aquí, mirando pasar las cosas y no mueve un dedo.