Venga la esperanza

¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!

Ya se que la cosa no pinta fácil para este año, y que los poderosos no piensan hacer mas de lo que han hecho siempre: casi nada. Sin embargo siempre he pensado que lo que nos hace valiosos en lo personal no es lo que logramos o no en la vida, ni lo que tenemos en lo material ya que muchos factores pueden influir para que no alcancemos los sueños, no necesariamente nuestras decisiones; lo que en verdad nos hace valiosos ante nosotros mismos (no para los demás) es la forma en que enfrentamos los problemas, podemos ser piedras indolentes, podemos ser quejumbrosos, podemos ser ciegos optimistas o ponerle al mal tiempo buena cara y simplemente enfrentar lo que venga con esperanza y valor.

En mi caso la depresión ha dejado paso a una triste melancolía, por que definitivamente nada como la familia y los buenos amigos para recordarme que en este mundo nada es para siempre y las tormentas pasan, y nunca un problema debiera ser tan grande como para no disfrutar la gratísima compañía de aquellos a quienes amamos.

No puedo sino sentirme orgulloso y feliz de mi familia, gente sencilla, alegre, amorosa y tradicionalista sin ser cerrada. La fiesta navideña en casa de los tíos Víctor y Silvia, que ya es tradición, es motivo para que nos reunamos entre cuarenta y hasta casi 90 personas en torno (bueno, al frente) de una gran mesa puesta por todos, donde se recuerda a los que se fueron, y no se cena hasta que el abrazo a cada uno de los presentes haya terminado (¡ah que dulce sensación esa de abrazar a la familia!). Simplemente maravilloso, como dijo una de las primas mas queridas, es la fiesta que todos esperamos durante el año.

Definitivamente esta ultima me hizo mucho bien, y dado que somos tantos no puedo agradecer a cada uno, pero ¡GRACIAS A TODOS!

Y bueno con ánimos renovados, nos disponemos a enfrentar los problemas de este nuevo año, con muchos proyectos (mi espíritu creativo no me ha dejado en paz los últimos días), muchos planes pero sobre todo con mucha esperanza.

Y para comenzar con la sonrisa puesta y los ánimos arriba les dejo la letra y el vídeo de una bella canción del Sr. Silvio Rodríguez que creo queda muy a tono con los tiempos que vivimos:

VENGA LA ESPERANZA

Dice que se empina y que no alcanza
que sólo ha llegado hasta el dolor
dice que ha perdido la buena esperanza
y se refugia en la piedad de la ilusión.

Sé de las entrañas de su queja
porque padecí la decepción
fue una noche larga que el tiempo despeja
mientras suena en mi memoria esta canción:

Venga la esperanza, venga sola a mí
lárguese la escarcha, vuele el colibrí
hínchese la vela, ruja el motor
que sin esperanza ¿dónde va el amor?

Cuando niño yo saque la cuenta
de mi edad por el año dos mil
El dos mil sonaba como puerta abierta
a maravillas que silbaba el porvenir.

Pero ahora que se acerca saco en cuenta
que de nuevo tengo que esperar
que las maravillas vendrán algo lentas
porque el mundo tiene aún muy corta edad.

Venga la esperanza, pase por aquí
venga de cuarenta, venga de dos mil
venga la esperanza, de cualquier color
verde, roja o negra, pero con amor.