Una de las razones por las cuales me molesta tanto la programación de las grandes empresas en México es que gritan a todos los vientos la grandeza de sus "artistas", cuando en realidad no son más que rostros bonitos o graciosos cuyo único talento consiste en pavonearse; no son mucho artistas, que un creador, un verdadero artista absorbe su mundo y lo recrea según su perspectiva, y el proceso artístico con frecuencia es doloroso porqué al final lo que el artista da al mundo es un pedazo de sí mismo, y la obra cuando es auténtica nos impacta, nos hace reflexionar.
Me encontré con la página de una artista que realmente me pegó, porque su obra, la fotografía, rinde un auténtico y sincero homenaje a aquellos que están lejos de su casa, su familia, sus raíces partiéndose el lomo para mandar unos "cuantos" dólares a los suyos. Entren a su galería y no sólo vean belleza de las fotos superficialmente, intenten ver el contexto, porque los héroes allí retratados son un ejemplo que cuando menos deben ponernos a reflexionar de lo fácil que para muchos de nosotros son las cosas, ellos son los verdaderos héroes, lo demás son pedazos...
Aquí la galería: Dulce Pinzon
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