Esta noticia la leí la semana pasada:
Niña jornalera pierde brazo en empacadora de Culiacán. Los datos son terribles, 25 000 niños trabajando de jornaleros agrícolas, con sueldos de $40.00 a $70.00 diarios, a los que les restan cuotas para sindicatos a los que no pertenecen, sin seguro social, prestaciones o garantías de ningún tipo.
A nivel nacional es mucho peor, "hay más de cinco millones de niños trabajadores, que hacen labores de payasos, malabaristas, tragafuegos, vendedores ambulantes, mandaderos, cargadores, despachadores en tianguis, limpiaparabrisas y otros trabajos peores" laborando en jornadas de hasta 50 horas por semana, muchas veces en condiciones poco higiénicas y en condiciones casi de esclavitud.
No hay estadísticas confiables de esta información, no hay políticas publicas al respecto, (¿alguno de ustedes ha oído a algún político decir que está luchando contra el trabajo infantil?)
Al final, la Dirección del Trabajo y Previsión Social del gobierno de
Sinaloa supestamente obligará a la empresa donde trabajaba la niña indemnizarla. Como siempre, ahogado el niño quieren tapar el pozo; siendo que esto fue consecuencia de algo que lleva
muchísimo tiempo
dándose, a la vista de todos, en cada calle de las ciudades, en cada pueblo miserable del país.
¿De verdad necesitamos que una pobre niña
pierda un brazo de manera tan terrible para obligar a nuestros
gobernantes a que se dejen de idioteces y hagan algo?
1 comentario:
Pues si, es muy cierto, a los niños quien los defiende, sin ir más lejos el caso de casitas del sur... se supone que esas personas protegian a los niños no?
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