Carta a los políticos del país

"los dinosaurios pelean
porque temen perder el sol"
(Alejandro Filio, Los dinosaurios)

Tengo a bien dirigirles estas líneas
Escritas bajo este cielo,
En un sexto mes cualquiera,
De un año que es exactamente igual que los anteriores

Me permito recordarles algo
Que debieron haber aprendido
En algún momento de su vertiginosa carrera:

El término Política es algo
Que nos incumbe a todos:
Los que circunstancial o intencionalmente compartimos por extensión
El sustantivo “pueblo”,
Y no sólo a aquellos que, como ustedes,
Se han erigido como representantes de sus propios intereses,
A expensas de la necesidad de la mayoría.

Ya he visto sus falsas caretas
Prefabricadas para seguir con la mascarada
De hacerlos pasar por hombres de bien,
Mintiendo así para congraciarse con los débiles
Y disimular la vulgaridad de sus intenciones.

Sólo a ustedes no les ocasiona contrición sonreír,
Pues es sabido que no conocen
La amargura del pan
Ganado con el sudor de la propia frente
De quien busca en jornadas interminables
Mejorar su condición,
Y sólo conoce la sonrisa
De agradecida desilusión
Cuando se cierran las puertas.

Ustedes abusan de la desidiosa ignorancia popular,
Porque si entre hombres comunes
Faltar a la palabra empeñada es una ofensa,
Se vuelve crimen el perjuro
Cometido contra todo el pueblo.
Se contentan con repartir las migajas
De lo que por derecho es de todos
Y se regodean del beneficio
Que han apenas prodigado
A los legítimos dueños
Con la fachada de administración.
Ustedes elaboran y aprueban ordenanzas,
Que votan y divulgan
Como eco de la voluntad colectiva,
Pero son tan solo disimulos por mantenerse con los suyos,
En una nómina cada vez más insuficiente ante su avidez.

Para ustedes,
La solidaridad consiste en procurar a sus íntimos
De puestos en ilusorias dependencias,
Que solo encubren el afán de perpetuar una velada burguesía,
Ante el innegable hecho
Que su nivel de vida está muy por encima
Que el del resto de nosotros.

Es cierto,
A muchos aún nos falta aprender a caminar.
Más por la vida viciosa a la que nos hemos adaptado,
Que por no poder positivamente sostener los pies.
Y es más cómodo estirar la mano
E ir a donde ustedes nos guían como pastores ciegos,
Esperando sus míseros favores,
Que continuar en la lucha.

Pero la indignidad crece,
Y muchos han comenzado a hacerse escuchar,
Para asegurar a ustedes y a su estirpe
Que los sistemas acaban,
Que lo oculto sale a la luz,
Que todo lo perecedero está condenado,
Que no es extraño que al cometer sus excesos
Son ustedes los propios consumadores de su régimen

Junio, 2009