Si, me molesta el fútbol

Un par de notas de las muchas que llevo juntando sobre lo malo del fútbol.

Leo en Vivir México la nota sobre jugadoras mexicanas de fútbol y me parece más que lamentable, tanta pasión y no conozco a ningún amante de este deporte que mencione nada sobre el fútbol femenino, no solo eso, basta ver el comentario en el post para ver la mentalidad de los machitos fanáticos, penoso en verdad; jugadoras que salen del país a hacer gala de talento para que sean ignoradas por los fanáticos nacionales en el mejor de los casos o ya de plano tratadas como "machorras"

La nota completa Aquí:  El ejemplo de Anjuli y las futbolistas mexicanas

Por otro lado, recibí muchas críticas cuando me atreví a manifestarme en contra de ir al Ángel cuando la selección mexicana de Fútbol gano oro en los pasados Juegos Olímpicos; que si soy un amargoso, que si hay que sentirse orgulloso de "nuestros jugadores", que como me atrevo a aguarles el festejo, y comentarios similares; sin embargo, mis argumentos eran simples, los Juegos Olimpicos y el fútbol hace mucho dejaron de ser competencias sanas y llenas de ideales para convertirse en meros productos comerciales que fabrican ídolos para generar ganancias a los patrocinadores, en el caso del fútbol, además estos ídolos son por lo general incultos que difícilmente saben manejar la fama y terminan creyéndose dioses. Por si fuera poco, muchos alegan que una de las cosas buenas de este deporte es que permite "sacar los enojos y frustraciones de la vida diaria y la política nacional" al gritar emocionado un gol, es decir, si estoy jodido al menos puedo gritar para desahogarme. Vaya maravilla ¿no?

Algo que criticaba era que muchos argumentaron los ideales deportivos, la sana competencia reflejada en la imagen del atleta que pese a todo no se rinde y logra con su esfuerzo imponerse al adversario en una lid amistosa y justa, cuando lo que yo veía era mero fanatismo futbolero, que como tal solo se dejaba llevar por las palabras emocionadas de los comentaristas sin valorar en verdad al deporte como tal; amargoso me dijeron.

Y resulta que todo ese orgullo, esa satisfacción de saber que nuestros atletas esforzándose al máximo lograron las ansiadas medallas, convirtiéndose en ejemplo de virtuosismo para convertirse en héroes locales por ser deportistas mexicanos de muy alto nivel, días después se comprueba que no son más que palabras vacías  carentes de significado, impregnadas solamente por lo que los medios y la enajenación motivan a decir sin sentir en verdad; por que digo yo, ¿no tiene más merito el esfuerzo de quien tiene mucho más en contra para ser un deportista olímpico? ¿no es mas valioso el esfuerzo de aquellos que luchan contra la adversidad sin tener las capacidades plenas de cualquier ser humano? ¿acaso aquellos que compiten sin la cobertura mediática tienen menos valor? SEIS medallas de oro, CUATRO de plata y ONCE de bronce; 21 medallas de los competidores en los Paralímpicos contra siete de los competidores en las Olimpiadas de amplia cobertura. ¿Y quien dijo vamos al Ángel? ¿A cuantos han escuchado decir "ganamos"? ¿Cuantos fueron a recibir a los deportistas al aeropuerto? Ya de perdida, ¿cuantos saben el número de medallas y en que disciplinas las ganaron?

Lo de los deportistas paralímpicos representa un gran logro si se considera que mientras que para los atletas convencionales el gobierno federal y la Conade invierten unos 583,333 pesos en promedio por cada atleta que asistió a Londres 2012, para quienes participarán en la justa paralímpica se invirtió en este año 8,957 pesos en promedio por cada deportista.
Para llenarnos de vergüenza. El Economista

Claro, el famoso "espíritu deportivo" no es más que mercadotecnia, como no es el deporte del populacho a nadie le importa trasmitirlo y menos darle los espacios que se dieron a los JO, al final me dan la razón, sus argumentos son huecos, reflejo de la hábil manipulación que hacen los medios para conmoverlos y gritar GANAMOS, para que se sientan identificados y les pegue más la publicidad, porque cuando hay que reconocer esfuerzo y talento, cuando hay personas dignas de admirar, como no es fútbol ni competencias de transmisión a tiempo completo que dejen hartas ganancias a las televisoras, a nadie le importan y menos aun logran sentirse identificados lo suficiente para decir "ganamos", así de jodidos están nuestros valores.

Imagen: El economista