Como cada año, siempre pasa que en las fiestas recordamos a aquellos que se fueron, y lloramos por los que están lejos o en cama, deseando fervientemente que regresen a nuestro lado sanos, sin embargo y a pesar de que como mexicanos celebramos el día de muertos, es poco frecuente veamos mas allá de nuestros sueños, que hagamos planes para nuestra partida y menos aun para enfrentar situaciones que ponen con mucha frecuencia a la familia de rodillas por el desgaste emocional y monetario que implica una enfermedad larga o terminal.
El texto sugiere para aquellos que lo deseen así, me incluyo entre ellos por supuesto, dejar instrucciones claras y precisas en caso de que una enfermedad o accidente nos dejen en calidad de bulto literalmente. Creo firmemente en el valor de la vida, y me niego a tomar actitudes en contra, pero la calidad de vida esta por sobre el físico, eso me queda muy claro, y con frecuencia el prolongar la vida mediante métodos artificiales solo constituye un gran dolor para la familia y con frecuencia los deja tan endeudados que apenas pasado el sepelio llega el verdadero calvario.
Es de pensarse, los invito a que refexionen sobre esto ahora que inicia el año, lo único seguro que tenemos en la vida es que nos vamos a morir, ¿queremos una muerte digna, satisfechos de lo que hemos hecho en el camino sin dejar cargas a los que amamos? Los que se adelantaron el pasado año nos recuerdan perfectamente que nuestra hora no esta comprada, pensemos en estar preparados, uno nunca sabe.
Aquí la sugerencia para ir preparando el documento en caso de no querer vivir conectados y sin esperanza: Para copiar y firmar Aprender a morir
El texto sugiere para aquellos que lo deseen así, me incluyo entre ellos por supuesto, dejar instrucciones claras y precisas en caso de que una enfermedad o accidente nos dejen en calidad de bulto literalmente. Creo firmemente en el valor de la vida, y me niego a tomar actitudes en contra, pero la calidad de vida esta por sobre el físico, eso me queda muy claro, y con frecuencia el prolongar la vida mediante métodos artificiales solo constituye un gran dolor para la familia y con frecuencia los deja tan endeudados que apenas pasado el sepelio llega el verdadero calvario.
Es de pensarse, los invito a que refexionen sobre esto ahora que inicia el año, lo único seguro que tenemos en la vida es que nos vamos a morir, ¿queremos una muerte digna, satisfechos de lo que hemos hecho en el camino sin dejar cargas a los que amamos? Los que se adelantaron el pasado año nos recuerdan perfectamente que nuestra hora no esta comprada, pensemos en estar preparados, uno nunca sabe.
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